1º:
Me falta el aire.
Taiga
miraba cómo Damen se alejaba de ella, sin que ella pudiera
detenerlo, con las ideas bien claras.
Con todo lo que le había costado que confiara en ella, y ahora comenzaba a poner esas escusas; sabía que eran mentira, lo conocía demasiado bien como para creérselo. Tragó saliva antes de correr hacia él y abalanzarse sobre él una vez que lo alcanzó, consiguiendo que se tensara, pero también que se parara y se girara hacia ella.Le pegó en el pecho mientras las lágrimas de impotencia caían de sus ojos.
-¡No me mientas!-Le gritó, sin dejar de pegarle en el pecho- Si vas a dejarme, al menos sé sincero conmigo.
Él le acarició el pelo; sabiendo que le debía al menos eso. Pero lo suyo había estado condenado desde el principio, no llegarían a ningún lado, ella no era una chica para él; ella vivía en la buena vida, sin preocupaciones reales, con una familia que se preocupaba de que a ella no le faltara nada... Todo lo contrario que a él.
-No soy para ti, amor. Te mereces a alguien mejor. Taiga le pegó con las palmas en el pecho una vez más antes de dejarlas posadas en él.
-¡Idiota! ¿Es que no te das cuenta?- Le preguntó, antes de besarlo en los labios -. Sin ti me falta el aire.
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